Llevaba años queriendo ir a visitar la Bella Toscana, y disfrutar del “Dolce non far niente”.
Películas como La Vida es Bella, Bajo el sol de la Toscana, Gladiator, El paciente Ingles y alguna que otra mas, son las que me despertaron esta curiosidad y las ganas de ir a conocer estos pueblos medievales de película.
Y por fin nuestro sueño se ha hecho realidad, hemos pasados unos días recorrido la Bella Toscana: Siena, Pisa, Boloña, Florencia y el precioso pueblo medieval de San Gimignano han sido nuestros destinos donde no solo hemos disfrutado del maravilloso paisaje lleno de colinas y masías típicas italianas, también hemos descubierto su historia y por supuesto su gastronomía gluten free.
Aunque nos recorrimos de punta a punta la Toscana, nos alojamos en Florencia, para poder disfrutar de toda su cultura, después de visitar el maravilloso Duomo y ver el famosísimo David de Michelangelo en la Galleria de gli Ufficci nos dirigimos caminando por Via Tornabuoni al encantador Ponte Vecchio. Curioseamos todas las joyerías y continuamos la visita a al famoso Palazzo Pitti con sus Jardines de Boboli. Un autentico tour turístico que culminamos con una buena comida italiana senza glutine.
La decisión de donde comer la teníamos ya tomada desde España, (un viaje con celiacos nunca se puede improvisar), nos habíamos aconsejado por amigos celiacos italianos y por supuesto por la Asociación de Celiacos de Italia (AIC) y todos nos recomendaban el Ristorante Ciro Sons en la calle Via del Giglio 28r. Llamamos para reservar y tuvimos la mala suerte que justo el domingo (el día que le dedicamos a Florencia) estaba cerrado por descanso.
Tuvimos que improvisar sobre la marcha, consultamos la amplia lista de Restaurantes que nos había facilitado AIC y decidimos ir a comer una pizza sin gluten al Pizza Man, tienen 8 establecimientos en Florencia y en los foros italianos no se hablaba mal, así que fuimos directos al establecimiento de Via Baracca, 148/A/B; no obstante en su pagina web indicaban bien claro que había que reservar si iba un celiaco, así que previamente llamamos para que no hubiese ningún problema.
Menos mal que teníamos un coche alquilado por que el establecimiento estaba a las afueras, nos costó encontrarlo a pesar de llevar GPS pero al final llegamos.
La elección fue bastante decepcionante, no puedo ser mas clara, en Florencia hay bastantes sitios para celiacos, así que sin lugar a dudas os recomiendo cualquier otro.
Para empezar en la carta únicamente tenían pizzas sin gluten, no tenían nada de antipasti, ni postres ni nada mas que no fuesen pizzas.
Nos costo decidirnos, porque casi todas llevaban los mismos ingredientes, pero al final me decante por una Napoletana.
Nos trajeron las pizzas al momento, y no es que estuviese mala, es que estaba como una piedra, me atrevería a decir que era una pizza de la marca DS congelada que habían calentado y habían puesto encima los ingredientes. Estos ni siquiera estaban calientes. La masa estaba demasiado crujiente, no podía ni cortarla con el cuchillo, malo no estaba pero que queréis que os diga me esperaba una autentica pizza italiana, no una pizza descongelada y precalentada… ¡¡un autentico chasco!!
Eso si, el establecimiento es barato, y no me sentó mal, (esto es lo mas importante) pero que queréis que os diga, en Madrid he comido pizzas muchísimo mejores que no tienen nada que envidiar a las italianas. Asi que si visitáis Florencia, este establecimiento lo recomendaría como ultimísima opción.
Pero no os desilusionéis, que descubrimos más sitios para celiacos muchísimo mejores. Italia para mi es un autentico paraíso gluten free con infinidad de opciones, que ya iremos compartiendo con todos los celiaquitos.